miércoles

eNtErAmEnTe

Cavar las razones de las obras, la avena, la villa, la colecta.
Acertar el vuelo fiel, el grosor, la luz confiada por las madres
al costado de los cucos en su origen.
Poner de festejo las señales que muestran en paisajes la espiral colindante
a las noches unánimes y enormes.
Saber soñar el viento entre las cosas como un hombre manso en equilibrio,
para que la firma de sucumbir siga siendo un argumento de ralea,
franco, quieto, ya pasado en limpio.
Para algo de todo eso se hizo el mundo.